En un esfuerzo por abordar el impacto de la violencia familiar en la salud mental de niños y adolescentes, Alba Ceballos, directora de la Asociación LYFE (Libres y Felices), implementó un programa integral de atención psicológica. Desde febrero hasta abril, LYFE ha recibido un total de 45 casos, todos ellos referidos por diversas entidades como la Fiscalía General, el Instituto de la Mujer, la Procuraduría, la Fiscalía Especializada en la Mujer (FEM), juzgados civiles y a través de campañas de sensibilización.
La psicóloga de formación y comprometida defensora de los derechos de los niños, ha destacado la importancia de brindar apoyo temprano a estas víctimas, cuyas edades oscilan entre los 11 y los 17 años. El programa de LYFE ofrece en promedio 12 sesiones individuales de terapia para los pacientes, así como tres sesiones para los padres y nueve sesiones de seguimiento en conjunto con la familia.
Entre los casos atendidos, el factor principal identificado ha sido la violencia familiar en sus diversas manifestaciones, desde abuso físico y emocional hasta negligencia. Ceballos enfatizó la importancia de un enfoque holístico que no solo atienda las necesidades inmediatas de los jóvenes, sino que también promueva un cambio cultural hacia relaciones familiares más saludables y respetuosas.